Más que herramientas de amor. Yo diría que son de vida.
He leído en muchos libros sobre estas herramientas. Y mi verdad es que cuando las pones en práctica, percibes el mundo de una manera diferente, te sientes diferente y la realidad comienza a ser algo diferente. El mundo deja de ser un lugar hostil y se cámbiete en tu hogar. Te invito a poner en práctica estas herramientas en tu día a día, en todo lo que hagas, en todo lo que pienses.
Agradecer.
Según los maestros y los sabios que han pasado por nuestro planeta, este es el sentimiento más alto que puede experimentar un ser humano. Porque nos plantea la realidad desde la gracia y no desde la carencia. Agradece lo que consideras bueno, agradece lo que consideras malo, agradece lo que fue y lo que no, pues detrás de todo acontecimiento en tu vida hay un propósito de crecimiento y comprensión. Cuando agradeces una situación que no te agrada ten por seguro que encontraras el propósito del universo de Dios, de la iluminación, (llámalo como quieras) para tu desarrollo.
Valorar.
Es mejor dar que pedir prestado. Te has dado cuenta de la situación privilegiada en la que estas. Te has detenido por un momento a valorar todo lo que tienes. Estas vivo, el aire que respiras te permite seguir viviendo, valora cada cosa que mires, que sientas, que toques. Porque sabes qué… hay personas que no pueden ver, escuchar, o moverse. Si miras la vida desde un escalón más alto. Siempre hay algo que podamos valorar.
Respetar.
Te imaginas lo aburrida que sería nuestra existencia ¿si todos fuéramos iguales? ¿si todos actuaran como yo quiero que actúen? ¿si todos fueran una replica de mí? Precisamente el hecho que seamos diferentes es lo que da color a nuestras vidas, respeta esas diferencias, respeta los puntos de vista opuestos a los tuyos, respeta las costumbres diferentes a las tuyas (que dicho sea de paso no son tuyas, te las integraron a tu sistema de creencias) respeta la vida de las otras personas y el camino que cada una de ellas escoja.
Aceptar.
Para aceptar se necesita comprender, si no has comprendido no aceptaras, te resignaras. Que no es lo mismo. El ser humano que acepta no se confronta con la realidad, ya que comprende el propósito de esta en su desarrollo y esto promueve en su interior una sensación de armonía y paz. El ser humano que se resigna no comprende qué hay detrás de la situación y se resigna a vivirla a pesar de que esta le traiga una sensación de dolor y de tristeza.
Asumir.
Tu vida es el resultado de las desiciones que tomas, asúmelas, tus aprendizajes son el resultado de las experiencias que vives, asúmelas, la realidad es neutra, asume que lo que ves es una proyección de que tus pensamientos y de las interpretaciones que te haces de la realidad y de los sucesos. Asume con responsabilidad cada acto que hagas, jamas con culpa. La culpa es un invento de tu ego, para poder sobrevivir. Si asumes tu responsabilidad ante un evento que no salió como querías y fallaste, también tienes la posibilidad de asumir que fallar es una oportunidad para comenzar de nuevo.
Adaptarse.
Ya lo dijo Carl Yang Todo lo que sé resiste, persiste.
Adáptate al lugar donde te corresponde cumplir tus funciones, para lograr en él una vida llena de satisfacciones, si le pones resistencia a tu actividad, lo único que generas es contra-resistencia, se flexible, fluye con la vida y con el lugar en donde estas, porque es lo único que tienes, si ese momento y ese lugar no fueran para ti, simplemente no estarías allí.
Actuar.
Has lo que tengas que hacer, pero con la mayor predisposición de servicio y entrega, ante cualquier circunstancia da lo mejor de ti, cuando la situación se muestre desfavorable no reacciones, actúa conscientemente, intenta ver más allá de la situación y que aprendizaje te puede dejar. No se puede avanzar en el camino si no te mueves.
La vida nos regala la maravillosa oportunidad de decidir que queremos hacer con nuestra existencia, si basas tus desiciones utilizando estas herramientas tenlo por seguro que te traerán satisfacción par y armonía.
Si las usas todas juntas tu vida dará un giro total, tu mundo cambiará, aunque nada haya cambiado afuera.